40

La apreciación que tengo de cumplir 40 años se la debo a Aerosmith. En una extensa etapa de mi vida tuve una obsesión con esa banda digna de una autoetnografía que se publicaría en una revista científica. Algunos resultados de esa obsesión fueron (1) asistir a un concierto en Estados Unidos en el que tuve mis codos sobre el escenario; (2) asistir a un concierto en Costa Rica por el que viajé 48 horas en bus; (3) asistir a un concierto en Irlanda en el que me tomé una foto con dos de los miembros de la banda; y (4) hacerme un tatuaje de hombre heterosexual. La lista continúa y claramente incluye ahorrar religiosamente por años porque ser un fan obseso sale caro.

Pero antes de todo eso, yo tenía unos 10 u 11 años y toda la tarde para ver televisión. Recientemente había descubierto que había programas dedicados a pasar videos musicales y mi apretada agenda vespertina requería que saltara de caricaturas a videos y viceversa. En una de esas tardes, salió este video:

Y no volví a ser la misma persona. No sé por qué enganché tanto pero ese video me cambiaría la vida poco a poco en los años por venir. En el video no podía ver quién era la persona que estaba cantando pero me moría por saberlo. En una época pre-internet(!), me tomó un tiempo averiguarlo, incluso fue una lucha dar con el video por segunda vez. Finalmente alguien en el colegio me dijo su nombre -Steven Tyler- y que en ese video ya tenía más de 40 años. 46 en realidad.

(una pequeña tangente: ese video también fue, diría yo, el inicio de mi sexualidad. No solo por Steven Tyler, lo idolatraba pero no le traía ganas de esa manera, no. Yo quedé muy siniestrada en mi pre-adolescencia después de ver a Liv Tyler y a Alicia Silverstone. Más adelante, la madurez me trajo la certeza de que la perspectiva de género puede convivir con el sabroseo. Mi tatuaje de hombre heterosexual no fue hecho en vano).

Hasta hace poco hice la conexión entre ver ese video por primera vez y el pequeño gozo que siento en el alma por cumplir 40 años. Será un poco tonto pero en esta vida cada alegría es ganancia. Crecí viendo a algunos de mis ídolos (y entre ellos, ídolos bajo cuestionamiento, porque una también desarrolla pensamiento crítico) vivir, crear y hacer lo que les gusta hasta edades que la gente mortal considera pasada la fecha de expiración. Creo que eso es lo que vale al final.

Después de Aerosmith vinieron otras obsesiones y eventualmente llegué a David Bowie, Dios bendice. Habiendo pasado los 50 años, Bowie dijo algo que encapsula lo que siento:

Envejecer es un proceso extraordinario en el que te convertís en la persona que siempre debiste ser.

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